Perfumerías Avenida y el baloncesto femenino salieron vencedores del segundo partido de la final. El desenlace convirtió este encuentro en histórico, no sólo para los protagonistas, sino también para la Liga Femenina. Épico para Avenida, dramático y cruel para Rivas Ecópolis.
Posiblemente, el partido de esta noche en Würzburg resuma la temporada de Perfumerías Avenida a nivel nacional. Momentos de sufrimiento y desesperación, compensados con carácter ganador, entrega en situaciones límite y la pasión de la marea azul. A pesar de su irregular campaña y de las carencias de su plantilla, la grandeza de la camiseta del Avenida ha pesado en esta final. El corazón azul ha dado un título más a Perfumerías Avenida, el tercero de Liga tras los conquistados en 2006 y 2011.
El júbilo en Würzburg fue mayor porque la sombra de un tercer partido en Rivas se alargó en el pabellón hasta casi oscurecerlo. Las locales no presionaban con la misma intensidad que en el primer encuentro, sobre todo en la línea exterior. De este modo, Rivas estaba más cómodo en la construcción de la jugada. El equipo charro no contraatacaba y sufría en ataque estático, con una Currie menos inspirada que el pasado miércoles.
Un parcial inicial de 0-8 provocaba el primer tiempo muerto de Víctor Lapeña. Además, la alarma local se disparaba cuando Xargay se retiraba de la pista con molestias en su tobillo derecho. Un triple de Sulciute suponía la primera canasta en juego de Avenida tras casi 6 minutos de partido. La conexión Cruz-Casas funcionaba, y los robos de balón permitían a Rivas mantener su ventaja al final del primer cuarto (10-19).
Xargay volvía a la pista con una cojera evidente y la situación del Avenida se convertía en crítica cuando las ripenses mandaban por 17 a 35. En ese momento, surgió Ferrari para detener la sangría local. La buena primera parte de Cruz (11 puntos) llegaba a su fin tras un choque con Sulciute. La mejor jugadora ripense hasta entonces abandonaba la pista muy dolorida y ya no volvería a jugar. Perfumerías Avenida llegaba al descanso con una desventaja considerable (24-38). Sus problemas ofensivos se sumaban a las 12 pérdidas de balón.
Dos triples de Xargay y Currie despertaban a la marea azul tras la reanudación (32-38). Rivas tardaba más de cuatro minutos en anotar sus primeros puntos, pero Kurasova y Honti estiraban de nuevo la diferencia. A pesar de su desacierto en el tiro, Currie no se escondía. La estadounidense asumía la responsabilidad en ataque y empezaba a calentar su muñeca. Sin embargo, un 2+1 de Kurasova provocaba la cuarta falta de Xargay y ponía el 40-50 al final del tercer cuarto.
Rivas acusaba la ausencia de Cruz y la desaparición de Henry. Además, Willingham y Sulciute hacían daño a las ripenses, mientras Marta Fernández aparecía finalmente en ataque. Y entonces, Würzburg se metía de lleno en la película del partido. Rivas se desorientaba y Avenida amenazaba con la remontada a cuatro minutos del final (54-56).
Un triple de Honti resultaba providencial para Rivas y provocaba el desánimo en la marea azul, aunque Marta Fernández respondía de igual manera. Vajda acercaba a Rivas al tercer partido, pero otro triple de Xargay reducía la diferencia a un punto con 60 segundos por disputar. El final era eléctrico, cada acción situaba a Würzburg al borde del infarto.
Un triple de Kurasova ponía de nuevo cuesta arriba el sueño del Avenida, pero Sulciute reaccionaba con otro que mantenía la desventaja en un punto (65-66) a 32 segundos del final. Rivas alargaba su posesión sin frutos y Avenida contraatacaba con 8 segundos para lograr una canasta que le diera el título. Marta Fernández y Sulciute fallaban lo fácil bajo el aro, pero Willingham cogía un rebote salvador y recibía una falta en el último suspiro que le daba dos tiros libres.
Se acababa el tiempo, el reloj estaba a cero. Le’Coe contra el mundo. Con las jugadoras de ambos equipos apartadas de la zona, la estadounidense decidía el destino de la final. El primer lanzamiento entraba, provocando un estallido de emociones en la grada. Avenida aseguraba la prórroga. Faltaba otro para hacer historia. Willingham intentaba no pensar, casi no se atrevía a mirar al aro. Echó su mano atrás, el balón naranja voló y entró limpiando las redes de la canasta. Würzburg estallaba de alegría como nunca. Avenida era campeón en una noche inolvidable tras un partido convertido en una película de suspense. Las jugadoras de Rivas Ecópolis, abatidas y entre lágrimas, se retiraban mientras intentaban asimilar una dolorosa derrota. Perfumerías Avenida ganaba la Liga Femenina en otra jornada histórica que agranda su leyenda.