Tommy Haas simboliza
el espíritu de superación con una raqueta. A lo largo de su carrera, el jugador
alemán ha combinado la elegancia tenística en la pista con el sufrimiento fuera
de ella. Descubierto por Nick Bolletieri,
mentor de numerosas estrellas mundiales, se mudó con 13 años a la academia del
gurú estadounidense en Florida.
Alcanzó el número dos mundial con 24 años, pero la felicidad
por su trayectoria deportiva se truncó el 8 de junio de 2002. Recibió una
llamada telefónica. Su novia lloraba. Los padres de Tommy, Peter y Brigitte,
habían chocado contra un camión con la moto Harley Davidson que su hijo les
había regalado. Yacían inconscientes en el asfalto. Pero el padre de Haas superó
un estado de coma con la misma fortaleza que Arnold Schwarzenegger, su compañero de colegio en Austria.
El accidente hizo que Haas apartara su carrera tenística
durante unas semanas para estar junto a sus padres. Ni siquiera Wimbledon le
importó en aquel momento. Unos meses después, sufrió su primera lesión grave de
hombro que le dejó en blanco en 2003. La recuperación fue muy lenta y el
jugador alemán no volvió al top 10 mundial hasta 2007. Entre febrero de 2010 y
mayo de 2011, su cadera y su hombro le apartaron de las pistas otra vez. Con 33
años, Tommy no tenía nada que demostrar, pero eligió luchar para seguir
disfrutando del tenis.
La clase y el talento de Haas le hicieron ganar el tiempo
perdido. Alcanzó el undécimo puesto del ranking mundial, ganó a Roger Federer
en la hierba de Halle, a Novak Djokovic en la pista dura de Miami y sumó títulos
a su palmarés. En total, 15 copas de campeón desde Memphis 1999 hasta Viena
2013, una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y el
privilegio de disputar las semifinales del Open de Australia y Wimbledon.
Tommy cumplió 36 años este jueves con un bonito regalo
estadístico. Se convierte en el séptimo jugador de la historia que se mantiene
en el top 20 a esa edad. Anteriormente lo hicieron Rod Laver, Roy Emerson, Ken
Rosewall, Arthur Ashe, Jimmy Connors y Andre Agassi. A día de hoy, Haas es el
número 17 mundial. Curiosamente, su peor ranking en el último año, pero
suficiente para formar parte de una lista en la que sólo han figurado leyendas
del tenis.
Otra lesión de hombro le ha impedido jugar en Miami y en la
eliminatoria de Copa Davis que Alemania disputa este fin de semana. Así ha
transcurrido la carrera de Tommy Haas, un hombre tan acostumbrado a superar
problemas para alcanzar el éxito como a su vida en Bradenton (Florida), su casa
desde los 13 años. Este arraigo le hizo adquirir la ciudadanía estadounidense en
2010 sin perder su nacionalidad alemana. Ahora, junto a su mujer Sara y su hija
Valentina, pone a punto su hombro derecho para seguir demostrando que la clase
no tiene edad.