lunes, 15 de febrero de 2010

Clemente en estado puro



Javier Clemente lleva mucho tiempo sin ser noticia y eso es algo que el ex seleccionador nacional no puede soportar. Su afán por recuperar el protagonismo perdido quedó patente en su visita al diario Público
Clemente sacó a relucir los viejos fantasmas y no rehuyó la polémica. Todo ello, adornado con ese tono clementista que tanto “gusta” a la prensa.
Otra conclusión que se puede sacar de su visita es que el técnico vizcaíno vive anclado en el pasado. Sigue defendiendo la grandeza de su selección española, la de su inseparable Zubizarreta, y el infortunio que acompañó a su combinado en los momentos claves. Tampoco olvida sus viejas rencillas con algunos medios de comunicación y algunos periodistas en particular, al mismo tiempo que ceba nuevos enfrentamientos y se refiere en tono peyorativo a todo aquello que huela a Real Madrid. Clemente en estado puro.

Partidario de la participación de Euskadi en un Mundial, también defiende la presencia de la selección española en Bilbao. El técnico se mostró crítico con la actual gestión de Lezama y sueña con volver al banquillo de San Mamés. Tal vez sea su propia casa el lugar idóneo para recuperar la gloria perdida y el único lugar donde pueda tener una nueva oportunidad de saltar al primer plano futbolístico.
Durante su carrera, su afán de protagonismo ha sido tal que el entrenador acabó devorado por el personaje. Su crédito en España ya está agotado. Por eso busca refugio en su querido Athletic y en su querida Euskadi.

Raulista hasta la médula



Fernando Hierro es un ferviente admirador de Raúl. Lo fue en su época de jugador y lo sigue siendo como director deportivo de la RFEF. Su raulismo es tan grande como su madridismo. En su visita a Público, Hierro volvió a dejar clara su predilección por el ex  capitán blanco, a quien califica como el mejor delantero del fútbol mundial. El malagueño cree que un sector de la prensa ha sido injusto con Raúl e incluso le ha faltado al respeto.
Preguntado por la ausencia del madridista en la selección española, Hierro se viste de traje y corbata. Así se lo dicta su cargo en la Federación. Reconoció conversaciones privadas con Del Bosque sobre el tema pero no se pronunció sobre el divorcio selección-Raúl. No quiere recordar su propia salida del Real Madrid ni se muestra rencoroso con Florentino Pérez. Al contrario que Clemente, Hierro se mantiene diplomático y conciliador. 

Enamorado de la actual selección española, reclama la parte del pastel que le corresponde por su cargo. “Parece que yo no estuve en la Eurocopa”, dice el malagueño. Razón no le falta, allí estuvo como tantos otros. ¿Pero cuántos jugadores de la actual selección se formaron en la era Hierro? Sí, estuvo en la Eurocopa, pero ni su presencia ni su trabajo en el órgano federativo afectaron al rendimiento de La Roja. 
Quizá su mayor mérito en su etapa de dirigente haya sido no aceptar la dimisión de Luis Aragonés. Fueron momentos turbios, inestables, una marejada que supo controlar y que acabó en una plácida navegación hacia el título europeo. Hierro puede considerarse un afortunado. Está en el lugar adecuado, en el momento adecuado. La selección española dará a su gestión un brillo especial.