Javier Clemente lleva mucho tiempo sin ser noticia y eso es algo que el ex seleccionador nacional no puede soportar. Su afán por recuperar el protagonismo perdido quedó patente en su visita al diario Público.
Clemente sacó a relucir los viejos fantasmas y no rehuyó la polémica. Todo ello, adornado con ese tono clementista que tanto “gusta” a la prensa.
Clemente sacó a relucir los viejos fantasmas y no rehuyó la polémica. Todo ello, adornado con ese tono clementista que tanto “gusta” a la prensa.
Otra conclusión que se puede sacar de su visita es que el técnico vizcaíno vive anclado en el pasado. Sigue defendiendo la grandeza de su selección española, la de su inseparable Zubizarreta, y el infortunio que acompañó a su combinado en los momentos claves. Tampoco olvida sus viejas rencillas con algunos medios de comunicación y algunos periodistas en particular, al mismo tiempo que ceba nuevos enfrentamientos y se refiere en tono peyorativo a todo aquello que huela a Real Madrid. Clemente en estado puro.
Partidario de la participación de Euskadi en un Mundial, también defiende la presencia de la selección española en Bilbao. El técnico se mostró crítico con la actual gestión de Lezama y sueña con volver al banquillo de San Mamés. Tal vez sea su propia casa el lugar idóneo para recuperar la gloria perdida y el único lugar donde pueda tener una nueva oportunidad de saltar al primer plano futbolístico.
Durante su carrera, su afán de protagonismo ha sido tal que el entrenador acabó devorado por el personaje. Su crédito en España ya está agotado. Por eso busca refugio en su querido Athletic y en su querida Euskadi.