La expresión “Feliz Año Nuevo” no es un tópico en el caso de
Radoslava Bachvarova. La alero búlgara, de 26 años, podrá volver a las pistas
después de unos meses convulsos que han puesto en peligro su carrera deportiva.
Bachvarova ha sido una de las jugadoras más importantes de
la selección búlgara, que se enfrentó a España en el Preeuropeo de 2012. En la
pasada temporada, llegó a jugar en la Euroliga con el Arras francés, promediando
7 puntos por partido. En enero, volvió a su país para jugar en el Levski Sofía,
donde disputó su último partido de la temporada el 10 de abril. Unos meses después,
comenzó su pesadilla.
“En junio, me enteré por los medios de comunicación de que
podían sancionarme. Contraté a un abogado que mandó una carta a la Federación
búlgara, interesándose por esta petición de sanción. No recibimos respuesta,
pero tres meses después, recibí una sanción oficial por correo”, dijo
recientemente Bachvarova en el portal francés basquetebol-saulzoir.com. La jugadora asegura que “no había recibido ninguna citación
para acudir a la concentración de la selección”.
Bulgaria competía el pasado
verano en la primera fase de clasificación para el Eurobasket de 2015, previa
al Preeuropeo de 2014. La Federación
búlgara no citó a las jugadoras directamente, sino a través de sus clubes. En
el caso de Bachvarova, su citación se trasladó al Levski Sofía. Sin embargo, el
club no se lo comunicó.
La tensa espera de
la jugadora acabó el 29 de agosto, cuando la Federación búlgara suspendió sus
derechos federativos por 15 partidos y le impuso una multa de 5.000 leva, unos
2.500 euros. Además, la Federación búlgara solicitó a FIBA Europa que sancionara
a Bachvarova en el ámbito europeo. El pasado 28 de octubre, FIBA Europa
comunicó a la jugadora que quedaba inhabilitada para participar en cualquier
competición europea de clubes durante un año.
Bachvarova recurrió
estas sanciones a través de un abogado francés, solicitando además una
indemnización de 100.000 euros a la Federación búlgara. El pasado 22 de
noviembre, la jugadora y la Federación búlgara tuvieron una audiencia previa en
Múnich, sede de FIBA Europa, donde no hubo acuerdo y cada parte aportó su
documentación. El Tribunal de Arbitraje comunicó a las partes que emitiría un
veredicto un mes después, aproximadamente.
Sin embargo, la
Federación búlgara envió una carta a FIBA Europa en diciembre, donde
manifestaba “su falta de interés” en sancionar a la jugadora, tal vez por las consecuencias
económicas que podría tener una resolución negativa para la propia Federación.
De este modo, el secretario general de FIBA Europa, Kamil Novak, mandó
una carta al abogado de la jugadora el 18 de diciembre, donde declaraba la suspensión
de la sanción de participar en competiciones europeas.
Una vez resuelto el tema deportivo, queda pendiente el
económico. Bachvarova gastó 15.000
euros en defender su inocencia, un dinero que considera “perdido por el momento”,
según ha declarado en el portal bgbasket.com. “Espero no volver a
jugar con Bulgaria nunca más y no tener más contacto con ellos, porque nuestra
relación es muy mala y no quiero ver cuáles son los límites de su revancha
conmigo. Lo que me han hecho nunca ha ocurrido en Europa. En ningún sitio, una
jugadora fue sancionada tan duramente por no haber jugado en su equipo nacional”,
ha afirmado Bachvarova.
La jugadora ha tomado la suspensión de sus sanciones “como
un regalo de Navidad”. “Estoy ofendida
y seguiré luchando por mis derechos, pero a partir de ahora me centraré en el
baloncesto”. Su primera opción es entrenar con el Beroe Stara Zagora, equipo de
su país, aunque espera recibir ofertas del extranjero. En cualquier caso, el año nuevo supondrá
una vida nueva para Radoslava Bachvarova.