El Palau Blaugrana de
Barcelona acogió el torneo de
maestros en 1972. Ilie Nastase, Tom
Gorman, Manuel Orantes, Bob Hewitt, Stan Smith, Jimmy Connors, Jan Kodes y
Andrés Gimeno participaron en una edición muy diferente al World Tour Finals que hoy conocemos.
Aquel Masters Grand Prix
(denominación del torneo de maestros por entonces) deparó algunas anécdotas que
hoy recordamos.
28 de noviembre de 1972. Últimos años de la dictadura
franquista en España. El mundo amanece consternado por un accidente aéreo en el
vuelo Moscú-Tokyo que deja 62 víctimas mortales. Sin embargo, en Barcelona se
habla de tenis. La Ciudad Condal sucede a
París como sede del Masters Grand Prix, donde compiten los ocho mejores
tenistas del año. Dos españoles (Manuel Orantes y Andrés Gimeno) figuran entre
los participantes junto a Ilie Nastase, Tom Gorman, Jan Kodes, Bob Hewitt, Stan
Smith y un joven estadounidense de 20 años muy prometedor: Jimmy Connors.
El Palau Blaugrana, inaugurado un año antes, recibía a los
mejores tenistas de la época gracias a la labor, entre otros, de Pau Llorens, presidente de la RFET
entre 1970 y 1984. En aquel momento, el recinto polideportivo tenía una
capacidad de 5.696 espectadores. Pero el mayor obstáculo que debió superar Llorens
fue la televisión. La exigencia de retransmitir el torneo con una señal
internacional en color era ineludible, y en España, la emisión en color se
limitaba a eventos aislados de especial trascendencia.
Según relató Llorens en el diario La Vanguardia, el propio expresidente de la RFET viajó a Londres,
donde alcanzó un acuerdo con la BBC para transportar dos unidades móviles y 29
operarios que garantizaran la retransmisión en color.
Además, la iluminación del Palau Blaugrana era insuficiente
para el evento. Fue necesario desmontar los focos de la pista central del Real Club de Tenis Barcelona y
trasladarlos al Palau. Llorens también recuerda que necesitó acudir al Real Club de Polo para reponer las
bebidas, especialmente whisky, ya que
los invitados de la ITF agotaron las existencias en el segundo día del torneo.
El formato de competición era muy similar al actual. Los
ocho tenistas quedaban repartidos en dos grupos (A: Nastase, Gorman, Orantes y Hewitt;
B: Smith, Connors, Kodes y Gimeno). Se disputaban cuatro partidos cada día y la
sesión nocturna, con dos encuentros individuales, se iniciaba a partir de las
22:15, por lo que algunos partidos comenzaban pasada la medianoche.
Ninguno de los dos españoles superó la fase de grupos.
Gimeno perdió sus tres partidos, mientras Orantes sólo pudo ganar a Hewitt. Tres
estadounidenses alcanzaron las semifinales, que comenzaron un viernes a las 10
de la noche y se jugaron al mejor de cinco sets.
Nastase derrotó claramente a Connors. Posteriormente, el
estadounidense Gorman se imponía a su
compatriota Smith por dos sets a uno, con un 5-4 en el cuarto set y un punto de
partido a su favor. En ese momento, Gorman se acercó a la red y dijo al juez de
silla: “No puedo seguir. La espalda me está matando”. Sabía que no estaría en
condiciones de disputar la final al día siguiente y otorgó el triunfo a Smith.
Los patrocinadores del torneo, que tuvieron de este modo una final competitiva,
premiaron a Gorman con un bonus de 2.500 dólares y un reconocimiento por su
deportividad. Gorman tampoco pudo jugar el partido por el tercer puesto
previsto para el día siguiente.
En la final, que comenzó el sábado a las 22:15, Nastase se
proclamó campeón ante Smith tras cinco sets: 6-3, 6-2, 3-6, 2-6 y 6-3. El
tenista rumano recibió 930.000 pesetas (unos 5.600 euros) como premio, mientras
el finalista se llevó 620.000. El Masters Grand Prix repartía un total de
3.125.000 pesetas en premios.
Así fue el único torneo de maestros celebrado en España
hasta ahora. Un tenis de otra época sin el que hubiera sido imposible llegar al
actual.
Fuentes: Mundo
Deportivo, La Vanguardia y F.C. Barcelona.