viernes, 11 de diciembre de 2009

El nuevo reto de Nadal



Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre Rafael Nadal en los últimos meses. Las especulaciones sobre el futuro de su carrera tenística se han disparado desde su derrota en Roland Garros y su ausencia en Wimbledon por una lesión de rodilla. Pero no nos engañemos. Las previsiones catastrofistas han acompañado a Nadal desde el comienzo de su carrera, promovidas principalmente por el sector federista, herido por las derrotas de su ídolo ante aquel joven español de pelo largo cuyo corazón de león doblegaba al estético jugador suizo. 

Desde que saltara a la élite, el tenista balear ha tenido que superar graves lesiones cada año y siempre ha conseguido salir adelante.
La diferencia en 2009 radicó en que su lesión llegó en el momento más inoportuno. Tras un comienzo de temporada espectacular proclamándose campeón del Open de Australia e Indian Wells, Nadal volvió a dominar la temporada de tierra batida hasta que sus rodillas dejaron de responder. Fue entonces cuando en una tarde gris y ante el maleducado público parisino, Nadal cedió su corona de Roland Garros tras mantenerla durante cuatro años. Posteriormente llegó su renuncia a Wimbledon. El mallorquín había perdido sus dos Grand Slams favoritos, los que más posibilidades tenía de ganar a priori, por una sobrecarga de torneos supérfluos para un jugador de su talla. Federer aprovechó la ocasión para recuperar el número uno pero lejos de la brillantez que ofreció en su época de máximo esplendor y nadalizando su actitud en la pista.

De cara a la opinión pública, Nadal pasó en unos meses de candidato a tenista más grande de todos los tiempos a tenista en declive. Tras superar su lesión, el español reapareció en la superficie menos favorable para sus condiciones, la pista dura. Allí obtuvo unos resultados aceptables e igualó la mejor actuación de su carrera en el Abierto de EEUU al alcanzar las semifinales. Más tarde llegó a la final del Masters de Shangai y a las semifinales del Masters de París, resultados notables aunque Nadal se mostrara lejos de su mejor versión. Sus actuaciones en los últimos meses no han sido tan malas como muchos han querido vender. La Copa Masters fue el único torneo donde realmente falló, perdiendo sus tres partidos en pista cubierta ante jugadores en mejor forma y, sobre todo, con mucha más confianza que él.

Este el principal conflicto interno que Nadal debe resolver ahora mismo. Antes de su última lesión se mostraba mentalmente indestructible pero la derrota en Roland Garros y la ausencia de casi tres meses rompieron sus esquemas. Tuvo que empezar de cero a mitad de temporada. Además, el hecho de reaparecer en su superficie menos favorable aumentó su inseguridad.
Su condición física tampoco ha sido la óptima tras la lesión. Nadal es un jugador diesel que necesita de ritmo de competición para ofrecer su mejor versión y su larga ausencia le ha impedido alcanzar el nivel físico idóneo en la segunda mitad de la temporada.
El triunfo en la Copa Davis puede suponer el empujón anímico que tanto necesitaba. Nadal debe reactivarse en el aspecto psicológico y en el físico, en el técnico sigue intacto. El descanso invernal debería ayudar al balear a alcanzar su máximo nivel físico y a comenzar la próxima temporada a un mejor nivel.
El tiempo dictará sentencia, pero Nadal ha demostrado ser demasiado grande como para que se desconfíe tanto de él a estas alturas.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Crónica O. Marsella - R. Madrid


OLYMPIQUE MARSELLA 1-3 REAL MADRID

A octavos por la puerta grande


El Real Madrid superó su examen en el Velodrome de Marsella y certifica su pase a octavos de final como líder de su grupo. Los blancos fueron superiores durante los 90 minutos pero su ineficacia en ataque y sus concesiones en defensa les impidieron resolver el partido antes del tramo final.
Cristiano Ronaldo ejerció de líder y fue la estrella del partido. Además de sus dos goles, sus apariciones fueron sinónimo de peligro para la portería rival. A balón parado, de cabeza, por velocidad…el portugués fue una pesadilla para la defensa marsellesa.
La baja de Kaká por lesión fue cubierta por el holandés Van der Vaart, pero la gran sorpresa en la alineación de Pellegrini fue la suplencia de Benzema. El técnico chileno apostó por un equipo sin delantero centro nato, con Higuaín acompañando a Ronaldo en ataque. 

El portugués enmudeció al Velodrome a los cuatro minutos de partido con una falta lanzada magistralmente que ponía el 0-1 en el marcador. Pero el Madrid no tuvo apenas tiempo de saborear su ventaja. Sólo seis minutos después, una internada por banda izquierda de Taiwo superando por velocidad a Sergio Ramos dio lugar a un rechace dentro del área que el argentino “Lucho” Gonzalez aprovechó para devolver la igualdad al marcador.
El partido se calentó y fue entonces cuando el Madrid pasó sus peores momentos. Incluso un gol bien anulado a Brandao por fuera de juego hizo soñar al equipo francés durante unos instantes con el 2-1. Pero los merengues no tardaron en reaccionar. Un cabezazo de Cristiano al poste en el minuto 27 volvió a poner en alerta a los marselleses. El propio Ronaldo y Marcelo volvieron a llevar peligro a la puerta contraria antes del descanso.
El Madrid tenía problemas creando juego pero hacía daño al contraataque y daba más sensación de peligro que su rival. Los blancos eran superiores pero no lo reflejaban en el resultado.

El segundo tiempo comenzó con la misma tónica. Un zurdazo de Van der Vaart y una subida por banda de Marcelo avisaban de que el Madrid iba a por el partido. Fue en el minuto 59 cuando, tras un saque de esquina, Raúl Albiol aprovechó un rechace para adelantar a los blancos con un zurdazo ajustado al palo inalcanzable para el meta Mandanda.
Sin embargo, el equipo de Pellegrini parecía empeñado en complicarse el partido. Seis minutos después, una mala salida de Casillas le hizo cometer un claro penalti sobre Niang. Pero esta vez la fortuna se alió con los madridistas y el lanzamiento de “Lucho” González se estrelló en el larguero.
A partir de ese momento, el Madrid controló el choque sin problemas y a diez minutos del final Cristiano Ronaldo salió favorecido de un encontronazo con el portero rival para poner el 1-3 a puerta vacía. Incluso Benzema, quien sustituyó a Higuain mediada la segunda parte, tuvo una clara ocasión en los últimos minutos para marcar el cuarto gol de su equipo.

La vuelta de Cristiano Ronaldo ha devuelto al Madrid una contundencia que no tuvo durante su ausencia. Los blancos lograron una importante victoria en Marsella que les permite afrontar los octavos de final de la Liga de Campeones en óptimas condiciones.