jueves, 11 de octubre de 2012

Liga de supervivientes

La Liga Femenina 2012/13 arranca este viernes tras un verano marcado por desapariciones, renuncias e incertidumbre sobre las condiciones de la competición. La ilusión que todos tenemos ante el comienzo de esta nueva edición no debe hacer que las desapariciones o renuncias a la máxima categoría de Ros Casares, Mann Filter, Celta y Sóller Bon Día! caigan en el olvido. Tan solo el Celta logró sobrevivir en la LF2 a última hora.

La gravedad de la situación no acaba ahí, sino en el hecho de que solo UNB Obenasa haya podido cubrir una de estas plazas, de modo que la Liga Femenina sea de 11 equipos y no de 14 como en los últimos años. La debilidad estructural del baloncesto profesional organizado por la FEB es evidente, no solo en la Liga Femenina, sino también en la LF2 (cuyo escenario en los últimos meses ha sido similar) y en las propias Ligas Adecco masculinas.

Las retransmisiones televisivas de los partidos suponen un avance, pero evidentemente no solucionan el problema. La FEB debe concienciarse seriamente de que son necesarias otras vías de promoción de estas competiciones y de que los tiempos actuales no son propicios para hacer negocio a costa de los clubes, sino para poner los medios que les permitan subsistir en la competición. La reducción de los costes es obligada, y ésta no consiste exclusivamente en exigir un aval ligeramente inferior al de años anteriores. El llamado método FEB, resultadista sin tapujos en las categorías de formación, es calamitoso en las competiciones profesionales. 11 equipos han sobrevivido a él este verano en la máxima categoría femenina, un dato que exige mayor concienciación y sentido de la responsabilidad de los dirigentes de la FEB a partir de ahora.